prestada por los equipos de atención primaria. Proporciona cuidados de baja intensidad (en general, menos de una o dos veces a la semana) y complejidad a aquellos pacientes que, permaneciendo estables en su enfermedad, necesitan de forma continua ser atendidos en su domicilio, donde permanecen aislados casi siempre por presentar diversas discapacidades.